No hay espacio para los que vuelan,
Tampoco para los que sueñan
Y menos para los que tratan de vivir del sueño,
No hay espacio para las fantasias,
Mueren en el lecho de la realidad,
Mueren estrelladas contra un muro de indiferencia,
No hay espacio para los que queremos sentir,
Para los que queremos vivir sin tener que pensar,
Se acabo el espacio para lo que queremos volar,
Y a todos ellos sepan que no intenten volar alto,
Porque pordrian estrellarse y quemarse en el intento.